lunes, 28 de abril de 2008

Nota.

¡Saludos, potenciales lectores de mi blog!

Estoy a punto de publicar las once entregas que componen el extenso relato: Las aventuras de Nieder Leenden y el piloto manco.

Si os gusta dibujar y alguno de los pasajes os inspirase unos trazos, me gustaría que compartieseis vuestros trabajos conmigo, de modo que podamos ilustrar esta historia de amor y odio que transcurre en un mundo post-apocalíptico, próximo al género steampunk y con elementos lovecraftianos. Sería todo un orgullo para mí.

Por supuesto -no hace falta ni decirlo pero lo digo-, vuestra autoría iría reseñada escrupulosamente.

Espero vuestros dibujos. Enviádmelos al nido.

domingo, 27 de abril de 2008

Las aventuras de Nieder Leenden y el piloto manco.

ÍNDICE.
1. Huída de Arvenia. Noche de tormenta. Los endriagos del Gerión: la Guardia Mutilada. La heroicidad de Nieder Leenden.

2. El Gerión y Destemplado. La hecatombe que propicia el avión más rápido. A la caza de los fugitivos. Aria del Gerión I

3. Detención en Sparagmos para las oportunas reparaciones. El Corazón del científico. Griffin Nest y las Bacantes. Confrontación con Nieder y el relato del naufragio.

4. Aria de Griffin Nest. Destemplado les da alcance. Peripecia en las alturas.

5. El Gerión anda previniendo a La Maraña contra el asentamiento científico en Fragmentaria cuando le llegan noticias del fracaso. Aria del Gerión II. La sombra sobre Arvenia.

6. Aria de Nieder Leenden. De la “infidelidad”. Se descubre la verdadera naturaleza del profesor Grauber. Recuerdos ingratos: la verdadera naturaleza de Susana. El abordaje del traidor y la llegada a Grifusa, en tanto que no se halla rastro de Griffin.

7. En el templo de taumaturgia: el Gerión, el traidor y el héroe. Se revela el descabellado plan. La transferencia. El traidor rumbo a Qualem, la isla misteriosa. Nieder es dispuesto junto con un millar de esclavos para el sacrificio. La guerra inminente.

8. ¡Griffin al rescate! El mejor de los pilotos. Griffin y Destemplado saldan sus cuentas. La verdadera naturaleza del Gerión: aria del Gerión III.

9. Aterrizaje suicida sobre la cubierta del dirigible. Desconectar la vida eterna. Viraje para impedir la catástrofe.

10. Irrupción del Gerión a través de los cúmulos flamígeros sobre Fragmentaria. La muerte no evitada de Grauber. El espeluznante sacrificio de Nieder Leenden. Griffin diríase que amonesta al ofuscado Gerión.

11. Fin de las hostilidades. “La veo cómo realmente es.” El brazo sobre la cubierta. El cadáver irrecuperable musita las claves.


domingo, 20 de abril de 2008

Retorno a los Mares Topográficos.



(Nueva Caledonia es un territorio dependiente en Oceanía que forma parte de la República Francesa, pero no de la Unión Europea (UE). El territorio, situado en el suroeste del Océano Pacífico, está compuesto de una isla principal y varias islas más pequeñas a su alrededor.)


(Jon Anderson e Yngwie J. Malmsteen sobrevuelan en una avioneta Nueva Caledonia, mientras conversan acerca de un proyecto musical en común: The topographics ocean 2.)

Jon: sí, iewigw

Yngwie: eeh, jon qué te parece? un proyectito guay, no?

Jon: si,a mi me mola,solo voz y guitarra, asi como las cosas q hice con kitaro, pero en plan jevi

Yngwie: hum, sólo voz y guitarra? y qué hago con el cacho de batera que tengo? además, tenía pensado meter un single, una versión del dont kill the whale a jierro

Jon: bueno...cacho de batera...eso lo diras tu, pq a mi no me simpatiza como la toca

Yngwie: que no te simpatiza? dime un batera mejor que ese

Jon: bruford

Yngwie: a ese no lo conozco

Jon: es q....es muy jevi para mi

Yngwie: bueno, ahí ya me callo pero tú tienes una voz así finita pa llegar a mis escalas, bueno, tío ya lo iremos viendo ya te paso las composiciones y tú las vas probando lo que te iba a decir... tú cómo haces para mantenerte así de finito? yo es que me he puesto como una nutra

Jon: iwie creo q he bebido demasiado vino,no me encuentro bien

Yngwie: qué te pasa, ya te has metido otra vez?

Jon: si,si,pero no se lo digas a nadie,en eso se fundamenta mi buen parecer ufff estoy hecho una cebolla

Yngwie: qué raro, eres tío

Jon: como lo sabes

(El piloto anuncia el inminente aterrizaje en una pequeña islita de nueva caledonia)

Jon: ahh,pero ya llegamos?

Yngwie: bueno, jon y qué dices que me ibas a enseñar aquí?

Jon: se mi ha hecho taco de corto el viaje

Yngwie: uff, a mí me duele la rabadilla una mijilla

Jon: hace lo menos 15 de años de la ultima vez q estuve aqui

Yngwie: y qué? cómo está?

Jon: joder esto esta taco de cambio, esta lleno de turistas cafres,no me mola nada

Yngwie: ná, el ambientillo... está bien, hombre, ambientillo

Jon: ademas no llevo opio encima (del bueno, como el de aquellos tiempos)

Yngwie: coca no gustas? yo llevo encima, unas cartillas

Jon: si,si, pasame unos cuantos graznates

Yngwie: ea, qué te parece en el cuarto de baño de ese restaaauraaant

Jon: si,si, q guay

(Se meten en el cuarto de baño a jugar unas rayuelas y salen revivificados.)

Jon: bien,bien

Yngwie: y ahora qué, jon?

Jon: entonces,para q querias q te acompañase? q querias q te enseñase?

Yngwie: qué sé yo, yo estaba en noruega tocándome el mástil y tú me llamaste y tal

Jon: es tu primera vez aqui, no?

Yngwie: sí sí, en mi vida estuve yo aquí, ya ves, ni me lo creo -voy a tenerme que pasar por el national bank para sacar algo de pastora, eh, he venido con lo puesto

Jon: vamos, deja el magnacio y la coca para mas tarde...para mejor ocasión, voy a llevarte a ver la cuadrilla de los hombres marrones. Ves... alli abajo junto al helipuerto, esa pequeña senda camiseta de mangas corta? esa senda lleva al poblado de los hombre marrones, esa sera nuestra primera aventura

Yngwie: yeah all right , los hombres marronses, vamos allá

Jon: mira, el tema de los yes, el roundabout... fue compuesto en referencia a ese tipo q alli ves, el de las piernas endebles, finas como sol de invierno, el es quien tiene las llaves del poblado de los hombres marrones, solo si le caes en gracia permitirá tu entrada al poblado

Yngwie: ea, pues vamos, más graciosos que tú no los conozco

Jon: has de resultarle grácil, interesante, exótico, has de hacerle reír... mira q es hombre harto resabiado

Yngwie: ojú, mal empezamos. Bueno, vamos, qué remedio

Jon: jejejjejejje y yo puedo ayudarte... no

Yngwie: no me vas a ayudar?

Jon: es cosa individual...

Yngwie: vale, vale

Jon: atiende de uno en uno

Yngwie: si no me da la llave, le meto asín un atragantón...

Jon: tranquilo iwi, confio en ti, se q vas a conseguirlas

(Entonces Yngwie va muy decidido hacia el tipo de las rodillas pochas, custodio de la llave del poblado de los hombres marrones)

Jon: si, si

(y se va acercando y acercando...)

Jon: hazle magia, eso le hará reír

(y se va acercando... y a pocos pasos hace como si trastabillase y se cayese al suelo)

(jajajajajajajajajajajajajaja, se ríe el resabiado, que gusta de espectacular desgracias ajenas o ridículos)

Jon: bien,bien, lo lograstes, perfecto...perfecto!!! Has dado en el clavazo! si algo le hace gracia es la sorpresa, lo inesperado...

Yngwie: soy el capitán spectacular

(El tipo pone la llave en su mano)

Jon: yo....bueno, ya he pasado, ufff, que fácil lo he tenido, no he tenido q hacer nada....puaj, el viejo, simplemente me recordó y ejecuto una sonrisa, se acordó de aquello q le hizo gracia aquella y única vez... oofu, guay bueno....continuemos ostiaaaaaaaaaaa esto q es.....no hay camino!!!!! q de vegetacion!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! el camino se ha perdido entre una nube de jaramagos

Yngwie: por joe lynn turner! adónde me has traído?? y no hemos traído ni machete ni nada te acuerdas de por dónde es?

Jon: lo único q se es q es todo dirección norte, se q es hacia allá, de eso estoy seguro

Yngwie: mira, yo sé una cosa de vivir en noruega: que los alcopisteles siempre señalan con sus aranceles hacia el norte, has visto? sígamos sus indicaciones

Jon: sii

(Pero la marcha es muy dura, porque tienen que vadear una espesura)

Jon: ufff,estoy viejo iwi,estoy ya cansao,ademas tengo tos los pelos arañaos,me duelen los riñones

(Jon empieza a canturrear nous sommes du soleil)

Yngwie: estás viejo, eh? qué edad puedes tener tú?

Jon: joder iwi, no se, tal vez debamos dar media vuelta, el poblado estaba bien, pero bueno...tampoco es gran cosa, no era mas q un grupo de hombres marrones q saltaban y reían sin cesar, eso si, emitiendo unas risas de una sonoridad encantadora, en el tema ancient incluimos algunos extractos, después en los créditos del álbum vendimos la mula de q escuchar esas risas era beneficioso para la meditación y demás, ya sabes,patochadas. Como estas iwi?

Yngwie: bien, bien, un poco sudado, entonces desistimos? en el poblado ese sólo había hombres, ninguna chica? si es así, desistimos

Jon: no, no había chicas, vayámonos de aquí pitando

Yngwie: ya estoy harto de locales como el ant de noruega, vámonos de aquí

Jon: y quien sabe a lo mejor ya no hay ni poblado ni na

Yngwie: todo esta paja es por los navos que hay en el poblado ese, na más que navos

Jon: entonces............ufff vayamos al poblado de las nodrizas sindrome de down

Yngwie: ojú, hermano, tú eres raro, eh, eso no está penado en oceanía? vamos a hablar con el dueño del Malnacío, a ver si damos un concierto

Jon: si, es q en aquella época ufffff recuerdo q una noche regresando a nuestro hostal steve howe se sintió indispuesto, paramos la furgona... veíamos q no regresaba, antoñito wakeman se bajo a buscarlo y llegaron los dos con una chavala síndrome de down desnuda!!! al parecer la jipi les había dao una droga local llamada tuercerebro, uffffff

Yngwie: ooostia, la virguen

Jon: venían los dos con los ojos rojos como las llamas del infierno y reían más q miguelito el de la entrepierna, total,la jipi nos llevo a su poblado y estuvimos toda la cuadrilla follando a diestro y siniestro tooooooooooa la puta noche

Yngwie: qué asquerosidad

Jon: jejejjejejjejejejejejejjejejejejejje

Yngwie: y esas son las famosas juergas de los 70?! Anda, tira millas de mi lao, so asqueroso follándose mongolitas con el cerebro perdío

Jon: buueeno, nosotros los yes, tampoco fuimos una banda follarina, tuvimos lo nuestro

Yngwie: ná, si eso era lo que follabais, mejor no propalarlo, no

Jon: pero....iwi, aqui....en estos lares en aquella época no había ni cristo

Yngwie: bueno, bueno... me da igual, qué te parece lo del conciertito ese? sabes de alguien que te pueda prestar una guitarrita? nos ponemos ahí en la placita esa y pasamos la gorrita esa que llevas

Jon: venga

Yngwie: hacemos algunas de deep purple, tú te sabes alguna de ellos?

Jon: por aquí cerca recuerdo q había un hostal así lleno de jipis, de viajeros, bohemios y demás, lleno de gente curiosa ,seguro q alguien tiene una guitarra...

Yngwie: ea, dirijámonos hacia allá

(Van hacia el hostal mientras Jon va comentándole a Yngwie que de purple está cortito con papas)

Yngwie: led zeppelin entonces? a esos los conoce to dios

Jon: el child in time?

Yngwie: te sabes ese?! moola

Jon: si, si

Yngwie: palaaante

Jon: me vi a dejar la voz

Yngwie: ná, hombre, tú llegas sobrao, no ves que tíes la voz muy agudita

(Empiezan a tocar...se acercan un par de viejos de rostro serio, y le quitan la guitarra a Yngwie y a Jon la gorra)

Yngwie: esto qué es esto qué es, sueerrta la guitar, ladrón!

(Corren tras el q se lleva la guitarra, parece q lo tienen a tiro, pero en el ultimo segundo, el viejo da un acelerón que hace que se pierda en el tiempo...

Jon: uffff, na iwi, la hemos perdio

Yngwie: esto cómo va a ser!! que era un viejo!

Jon: uffff, un viejo, pero con poderes

Yngwie: ya no triunfamos, jon...

Jon: bueno, q le vamos a hacer, hemos tenio suerte: el dueño de la guitarra lo ha visto to y parece q nos perdona

Yngwie: si yo tocaba mejor que paco de lucía, si yo lo curraba, que lo decía un tipo de la Helvetia... va, va... no pasa nada, ya me siento... un poco... mejor

Jon: si, no pasa na, la gorra tamien la perdí, el otro viejo corrió hacia el otro lao, y ya no se donde carajo esta

Yngwie: ofú, quillo, está saliendo todo regular, eh

Jon: ufffffffffffffffff esto hay q remediarlo

Yngwie: vamos a comer algo antes, qué es lo típico aquí, que me ha entrado gusa

Jon: si, yo voy a comer una papas verdes con vinagre, es lo único prácticamente q aquí comen

Yngwie: hum, no comen pescado?

Jon: es q para estas gentes los peces son criaturas sagradas y ni tocarlas, como ves el mar esta poblado de criaturas, pero ni se te pase por la cabeza pescar una de ellas

Yngwie: ajá, y no será que cada vez que salen a pescar mueren tres porque son torpísimos y así quién va a pescar?

Jon: tamien,tamien

Yngwie: bueno, da igual, vamos a darles a las papas arpías esas

Jon: mas bien será por eso

(La comida les disgusta y es bastante cara.)

Yngwie: nueva caledonia es un mojón

Jon: si, si, bueno, es q tamien, de momento, solo estamos andurreando por las zonas mas populares, mas turisticas, ya te dije q esto parece otra cosa... todavía no hemos entrado en lo mas interesante, q te apetece ahora?

Yngwie: bañarme en la playa, que me siento el cuerpo aguacatado

Jon: venga

(Van a una playa de arena fina fina que Jon conoce)

Jon: y ahora q? recuerda q aquí... en esta época del año no anochece.... por lo q tal vez no te de mucha sensación o gana de dormir

Yngwie: ná, tío, en verdad esto está tela de guapo, eh, duelen hasta los ojos con tantísima luz azul

Jon: la virgen uffff q playón!! había olvidao este azul ufff

Yngwie: pégate un chilliíto, jon, a ver cómo suena

Jon: fite como me he quedao, yo acostumbrao a las playas q tengo allá en brighton

Yngwie: en brighton las playas son como pasillos , pero menos da una piedra

Jon: q además de ser feas como ellas solas, allí no se baña ni cristo de lo fría q esta el agua

Yngwie: aro, pero fite aquí, en pleno trópico de capricornio

Jon: la virgen

Yngwie: de capricornio es, no?

Jon: q cante iwi?!! si se me ha quedao el gaznate tibio de tanta belleza

Yngwie: sí, y aquí no hay ni un alma, eh, ni cristo

Jon: q va, nstiaaaa

Yngwie: fiite, fiiite jon, qué cositas más curiosas

(jon se queda desnudo y se dispone a darse un bañazo en el mar)

Yngwie: ejem ejem, quillo, que esto no es una playa desnuda

Jon: jejejejejej






Yngwie: además, te va a ver la chavala esa...

(jon desaparece bajo las aguas)

Yngwie: qué cabrón

(total, que él también se queda en pelota picada y se va también pal agua así chuleando pa que lo vea la chavala, pero ha perdido bastante…)

(Jon sigue desaparecido bajo las aguas)

Yngwie: Jon, eh Jon

sal, cabrón

iilloo

saaal

a ver si te va a pasar algo

Jon?

...

...

...


sábado, 19 de abril de 2008

Prólogo.

De los papeles manuscritos de Jean-Martin Charcot 1:


Conocí al matrimonio Valdemar en el 65 en una demostración de sonambulismo 2 realizada en París por Charles Lafontaine 3, continuador de las doctrinas del marqués de Puysegur , discípulo del incomprendido Franz Anton
Mesmer 4. Don Gonzalo Valdemar era un armador portugués, residente en las Islas Azores, concretamente en la ciudad de Ponta Delgada, en la Isla de San Miguel. Después de la actuación del suizo, fuimos a cenar al Grand Véfour; al parecer su interés por el estudio de la psique humana les había llevado a descubrir algunos de mis escritos. La velada transcurrió de forma muy agradable, pero por lo demás, nada extraordinario había de hacer que la reseñara en mi memoria.

Al año siguiente recibí una carta de ellos. Me pedían que fuese a visitarles con motivo de un caso clínico. Su hijo de 17 años, Ernesto Valdemar, estaba aquejado de una enfermedad mental. Decidí tomarme unas vacaciones y pedí una excedencia en mi lugar de trabajo, l’Hôpital de la Salpêtrière.

Ernesto Valdemar era un muchacho espigado, de cabello, tez y ojos oscuros, bien parecido, de porte distinguido y gráciles movimientos. Si bien su madre se preocupaba por que vistiese como un caballero portugués, como convenía a su condición, él se obstinaba en disfrazarse del marinero más vulgar del puerto de Ponta Delgada. Se le daban bien los idiomas, pero rehuía el saber institucionalizado, y prefería la compañía de estibadores y carpinteros marítimos, de grumetes y oficiales de cantina. Era un joven apasionado por la vida en el mar. De estas disposiciones de su espíritu me informaron sus padres, porque en el tiempo en que yo lo conocí permanecía postrado en la cama, consumido por la fiebre. Los doctores que le habían examinado no habían sido capaces de hallar una dolencia física que explicase su estado. Sus padres, interesados por la ciencia mesmérica, habían pensado en recurrir a alguien serio, no a un charlatán de feria como Lafontaine, lo cual me honraba.

Permanecí junto al muchacho algún tiempo, administrándole cortas dosis de láudano para aplacar a su torturada psique. Cuando lo vi lo suficientemente repuesto, procedí someterlo a la hipnosis, ya que él no sabía expresar con sus propias palabras el motivo de sus quebrantos. En la primera sesión, se hallaban presentes sus padres, así como un secretario que transcribiría toda la conversación. Por suerte, su francés era bastante bueno y no había necesidad de intérprete. Unos pocos pases sumieron a Ernesto en el sueño mesmérico. Su respiración se hizo inmediatamente más fácil y parecía no padecer ninguna incomodidad física.

Ch. - ¿Duerme usted?

E. - Sí..., no; preferiría dormir más profundamente.

Ch. - (Después de algunos pases.) ¿Duerme ahora?

E. - Sí.

Ch. – Dígame si ve alguna cosa.

E. – Sí (el paciente titubea).

Ch. - ¿De qué se trata?

E. - ¡Oh, horror de horrores! (El paciente se estremece, se le demuda el semblante.)De repente el hielo se abre a derecha e izquierda y giramos vertiginosamente en inmensos círculos concéntricos, rodeando una y otra vez los bordes de un gigantesco anfiteatro, el ápice de cuyas paredes se pierde en la oscuridad y la distancia. ¡Pero me queda poco tiempo para meditar en mi destino! Los círculos se estrechan con rapidez... nos precipitamos furiosamente en la vorágine... y entre el rugir, el aullar y el atronar del océano y de la tempestad el barco trepida... ¡Oh, Dios!... ¡y se hunde...!

(Charcot interrumpe la primera sesión.)

Ernesto estaba muy agitado. Le proporcioné un poco de láudano en su bebida para que descansase. Una sensación de déjà-vu me había asaltado.

-¿No les resultan familiares esas palabras? –pregunté a sus padres. Pero su respuesta fue negativa.

Al día siguiente, llevé a cabo una segunda sesión:

Ch. – Ayer mencionó usted un desastre en el mar, ¿lo recuerda?

E. – No.

Ch. – De acuerdo… Dígame dónde se encuentra.

E. – En Nantucket.

Ch. - ¿Cómo dice? Repítalo, por favor.

E. – En Nantucket.

(Charcot pide al señor Valdemar que traiga un Atlas.)

Ch. – Así que en Nantucket… “Una isla de 30 millas al sur de Cape Cod, Massachussets, en los Estados Unidos. Junto con las pequeñas islas de Tuckernuck y Muskeget conforma el condado de Nantucket. ¿Cómo puede decir eso? ¿Quién cree que es?

E. – Mi nombre es Arthur Gordon Pym. Mi padre es un respetable comerciante de pertrechos para la marina, aquí en Nantucket. Mi abuelo materno es procurador con buena clientela. Al cumplir los seis años me envió a la escuela del viejo Mr. Ricketts, un señor manco y de costumbres excéntricas, muy conocido de casi todos los que han visitado New Bedford. Permanecí en su colegio hasta los dieciséis años, y de allí salí para la academia que Mr. E. Ronald tiene en la montaña. Allí me he hecho amigo íntimo del hijo de Mr. Barnard, capitán de fragata. Augustus, que tiene casi dos años más que yo, fue a pescar ballenas con su padre a bordo del John Donaldson, y siempre me está hablando de sus aventuras en el océano Pacífico del Sur. Al fin, he acabado interesándome por lo que me contaba, y gradualmente he ido sintiendo el mayor deseo por hacerme a la mar. Poseo un barco de vela llamado Ariel. Con esta embarcación cometemos las locuras más temerarias del mundo, y hasta me maravillo de seguir entre los vivos. Una noche de borrachera no muy lejana, en plena tormenta nos arrolló el ballenero El Pingüino, capitán E. T. Block, de New London. Por fortuna, uno de los pernos que sujetaban la madera del casco se había salido abierto paso a través de la chapa de cobre, y había detenido mi marcha cuando yo pasaba por debajo del barco, inconsciente, fijándome de modo tan extraordinario a su fondo. La cabeza del perno había atravesado por el cuello la chaqueta de lana verde que llevaba puesta, y me había rasgado la parte posterior de mi cuello entre dos tendones, hasta la altura de la oreja derecha.

Ch. - ¡Arthur Gordon Pym! Ah, cómo no, ¡cita usted a Poe! También yo me extasié leyendo sobre esas aventuras en el polo sur. Imagino que ese lance casi fatal no le hizo cambiar de parecer en cuanto a lo de hacerse a la mar…

E. – ¡Al contrario, nunca he experimentado un deseo más vivo por las arriesgadas aventuras de la vida del navegante que ahora, una semana después de nuestra milagrosa salvación! Y es que, cuando más me entusiasmo en favor de la vida marinera es cuando Augustus imagina y describe los momentos más terribles de sufrimiento y desesperación. Me intereso escasamente por el lado alegre del cuadro. Mis visiones predilectas son las de los naufragios y las del hambre, las de la muerte o cautividad entre hordas bárbaras; las de una vida arrastrada entre penas y lágrimas, sobre una gris y desolada roca, en pleno océano inaccesible y desconocido.

Ch. – No podía ser de otro… Pero, como bien sabrá, estas visiones o deseos son comunes entre la clase harto numerosa de los melancólicos.

E. – Yo las considero tan sólo como visiones proféticas de un destino del cual siento su próximo cumplimiento. Augustus está totalmente identificado con mi modo de pensar.

(Charcot suspende la sesión.)

Estaba maravillado. Tenía entre manos un presunto caso de regresión hipnótica. Sólo que el muchacho parecía haber memorizado milimétricamente aquella novela de aventuras que yo también había devorado en mi juventud. Y más que memorizado, habría que decir “asimilado”, porque la narraba como si se encontrase en los prolegómenos de la historia que aún estaba por contarse. La historia, inconclusa, se podría resumir así:

El protagonista, el joven Arthur Gordon Pym de Nantucket, se embarca clandestinamente en el barco ballenero Grampus. A bordo hay un motín. Augustus, Pym y un tal Dirk Petes logran reconquistar el barco y perdonan la vida a uno de los amotinados, un tal Carter. Pero una súbita tormenta deshace al Grampus. Los desdichados deben recurrir al canibalismo para sobrevivir. Son rescatados por la goleta Jane Guy, capitaneada por William Guy y cuyo principal objetivo era investigar las zonas inexploradas cerca del polo sur. Hacia allí se dirigen con el barco, logrando cruzar la barrera de hielo y descubriendo una extraña isla habitada por salvajes de piel negra y un inexplicable terror hacia todo lo blanco. Estos se muestras muy amistosos, pero finalmente mediante una trampa logran asesinar a toda la tripulación de la Jane Guy. Solo se salvan Dirk Peters y Arthur Gordon Pym.

Los dos sobrevivientes logran mantenerse con vida y descubren en la isla una serie de curiosas inscripciones, finalmente logran hacerse de una canoa con la que se lanzan a la mar en donde encuentran una irresistible corriente que los empuja hacia el sur, hacia el polo.
A medida que acercan al fin del mundo todo el entorno va cambiando, se ve una enorme columna de vapor en el horizonte, el agua toma un tinte lechoso y se calienta, cae sobre la canoa un finísimo y pálido polvo, decenas de aves gigantes y blancas gritan
¡Tekeli-li,Tekeli-li!

Sin dudas lo más sorprendente es el final, transcribo textualmente: “Entonces nos precipitamos en el seno de la catarata, que se entreabrió como para recibirnos. Pero he aquí que, a través de nuestro camino, se alzó una figura humana de proporciones mucho mayores que las de ningún habitante de la tierra, con el rostro velado; el color de su piel tenía el blanco purísimo de la nieve.

Eso es todo, en el añadido de Poe: Conjeturas, sólo figuraba la explicación de que Pym falleció sin escribir los últimos tres capítulos de la historia, además había una escueta explicación de las inscripciones halladas en la isla escritas en diferentes lenguas (árabe, etíope) y que sólo agrega mas misterio al asunto.

A título personal diré que las peripecias marítimas del señor Pym, a pesar de la innatural sucesión de momentos pavorosos, de situaciones inmersas en el más puro horror humano (claustrofobia y catalepsia, amotinamientos sangrientos, antropofagia y buques fantasma), muestran un realismo poco usual, un aire de veracidad al que sin duda contribuyen las continuos referencias documentalistas que salpican la novela.

Decidí entresacar algunos datos concretos de aquella amalgama:

-La trilogía marítima de Poe: Mensaje encontrado en una botella, Un descenso al Maëlstrom y Las aventuras de Arthur Gordon Pym, se distinguen por sus finales abruptos y casi idénticos. La leyenda que corría sobre el final de Poe decía que, ingresado en un hospital afectado de delirium tremens, en sus últimos momentos invocaba obsesivamente a un explorador polar, llamado Reynolds, que había servido de referente para su novela de aventuras fantásticas Las aventuras de Arthur Gordon Pym, y que al expirar pronunció estas palabras: “¡Que Dios se apiade de mi pobre alma!”.

-Los primeros capítulos de Las Aventuras de Arthur Gordon Pym de Nantucket comenzaron a publicarse por entregas en el Southern Literary Messenger en el año 1837, y se publicó como libro en 1838, solo 16 años después de que Davis pisara la Antártida.

-Poe (19 de enero de 1809 – 7 de octubre de 1849), quien finge ser el mero editor de Arthur, nos da noticia de "la reciente muerte de Mr. Pym, tan repentina como deplorable", lo que imposibilita la publicación de los dos o tres últimos capítulos de esta historia (imaginamos que Pym iría transcribiendo u ordenando sus diarios y apuntes previos para cada capítulo antes de su sucesiva publicación.)

-En el comienzo de la peripecia narrada, Arthur apenas tenía 18 años. Cuando se oculta de polizón en el ballenero Grampus, 19 y medio.

-Arthur Gordon Pym se precipita por polo sur el 22 de Marzo de 1828, es decir, con 20 y pocos. Pero Arthur habla en la novela de nueve años más de aventuras en el mar.

-El otro superviviente a la peripecia marítima sería Dick Peters, inaccesible allá en Illinois.

---------------------------

En fin, las sesiones de hipnotismo prosiguieron. Al término aquella semana, Ernesto había declamado de principio a fin la obra de Poe, sin resquicios, en tiempo presente, como si estuviese viviendo todas esas peripecias en el momento de enunciarlas. Los presentes sólo podíamos escucharle, entre desorientados y fascinados. Sin embargo, la sorpresa mayúscula advinó al séptimo día, cuando el relato avanzó más allá de las últimas líneas transcritas por Poe.

(Extracto de la séptima sesión.)

E. – El gigante vadea en vano contra la corriente, tratando de zafarse del poder de un gran remolino cuyo vórtice se dispara hasta las entrañas de la tierra. ¡Ah, qué portentoso espectáculo! La catarata de bruma y agua pulverizada que hemos atravesado tiene su causa en el impulso de los océanos que se precipitan a través de este punto misterioso del orbe. Este gigante pálido, con una expresión boba de espanto, parece estar condenado a nadar sin esperanza, horrorizado por la idea de ser absorbido por el maëlstrom, como un Tántalo o un Sísifo. Nosotros, en cambio, en nuestra diminuta canoa, no tenemos oportunidad de resistir. En giros cada vez más cortos y vertiginosos, nos internamos bajo kilómetros de masas de agua, techos y paredes líquidas que amenazan con sepultarnos de un momento a otro.

(Fin del extracto.)

En lo sucesivo, el relato de Ernesto Valdemar presuponía que la tierra era hueca; que los polos, tan buscados, eran fantasmas, es decir, que consistían en aberturas en las extremidades norte y sur; que en el interior había vastos continentes, océanos, montañas y ríos; que la vida vegetal y animal era evidente en este nuevo mundo, y era probable que estuviese poblado por razas desconocidas para los habitantes de la superficie terrestre; que existiría un pequeño astro central que proporcionaría energía a los continentes intraterraqueos. Todo aquello poseía nombres: el reino de Agartha, la ciudad del Arcoiris cerca del polo sur, la ciudad de Shamballah, nueva Thule cerca del polo Norte… Por tres días más se sucedió la narración, las crónicas de esas aventuras, y para mí no había duda de que nos hallábamos antes los tres últimos capítulos prometidos a Poe y que nunca llegaron a sus manos. Ocho años vagaron Arthur Gordon Pym y Dirk Peters por aquel reino legendario, combatiendo a tribus subdesarrolladas, urdiendo complots contra los faraones, enfrentándose a los setenta y dos sabios de Agartha que sometían cruelmente a sus súbditos, explorando la Intra-tierra y, finalmente, llegando a contemplar en toda su magnificencia el sol que late en su centro.

El joven Ernesto experimentó una gran mejoría a lo largo de las sesiones, como si el testimonio le hubiese librado de algún gran peso en el alma.. Cuando di por concluida mi tarea, hablé primero con los padres:

-Ignoro si nos encontramos ante un auténtico caso de reencarnación. He hecho buscar por toda la casa algún ejemplar del libro en cuestión o a la persona de algún conocedor de Poe de los que su hijo hubiese podido valerse para urdir un engaño, pero sin resultados concluyentes. Es muy significativo ese antojo en la nuca de su hijo, que pudiera muy bien reproducir la cicatriz que Pym obtuvo en su aventura con la Ariel. Lo único que puedo decirles es que las fiebres han remitido y, si me aceptan un consejo de amigo, mejor sería que le dejasen hacer su vida, esto es, hacerse a la mar, no vaya a ser que ocurra como con el auténtico Pym, que se marchó de casa sin despedirse de sus familiares.

Después hablé con el propio Ernesto:

-Ernesto, no hallo indicios de impostura en ti. Pareces un buen muchacho. Pero la prueba que tienes ante ti es muy dura. Debes encontrarte a ti mismo, más allá de lo que esa segunda personalidad tuya viniese a dictarte. Ese Pym, si es que existió, ya contó con su oportunidad en la vida. Debes ser tú quién aproveche la presente.

Conservo con afecto y reverencia una copia de los tres extensos capítulos, anexos a la novela original. No soy un hombre crédulo, pero acaso tal vez algún día algún explorador avezado aporté evidencias de todas esas maravillas y prodigios que reveló este Pym apócrifo y entonces… entonces los que habitamos la cara externa de la tierra nos echaremos a temblar.

Notas:

1. (París, 1825 – Montsauce-les-Settons, 1893), neurólogo y profesor de anatomía patológica, titular de la cátedra de enfermedades del sistema nervioso, miembro de la Académie de Médecine (1873) y de la Académie des Sciences (1883). Fundador junto a Guillaume Duchenne de la neurología moderna y uno de los más grandes médicos franceses.

2. James Braid (1795- 1860) publicó en 1843: Neurypnology: or the Rationale of Nervous Sleep, su primer y único libro, donde expuso sus ideas al respecto. En él acuñaba los términos hipnosis, hipnotizar e hipnotizador, que todavía hoy siguen en uso. Braid definió la hipnosis como un "sueño nervioso" sustancialmente diferente al sueño corriente. El método más eficiente para inducirlo era fijando la mirada en un objeto brillante en movimiento a pocos centímetros de los ojos. Braid observó que la reacción fisiológica que propiciaba el estado de hipnosis era una sobre-excitación de los músculos del ojo lograda mediante una fuerte concentración de la atención.

3. (1803-1892) fue uno de los primeros hipnotizadores.

4. (1734 – 1815.) En 1779, Mesmer publicó su Memoria sobre el descubrimiento del magnetismo animal. En veintisiete artículos exponía su doctrina y el texto se transformó en la carta fundamental en la que se apoyan todos sus fieles. Se apoyaba en el postulado de que existiría un fluido universal que interactuaría con los cuerpos celestes y otros cuerpos animados. Esta influencia mutua tendría como resultado un flujo y un reflujo que actúan sobre los hombres, insinuándose en la sustancia de los nervios. De acuerdo con esta teoría, todas las enfermedades provendrían de una mala repartición de este fluido al interior del cuerpo. Al ser la unión entre el hombre y el universo del mismo tipo que aquella existente entre los objetos imantados, sólo se necesitaría drenar dicho fluido por medio de un imán (magnetismo mineral) para restablecer el equilibrio en el organismo. Entre los años 1783 y 1784, el mesmerismo se transforma en la curación "de rnoda" y es entonces que la Facultad de Medicina obtiene que se dicte una prohibición de las sesiones, lo que despierta la cólera de los pacientes y de la opinión pública. Sus discípulos, entre ellos el marqués de Puysegur, continúan con su obra. En 1784, Puysegur se sorprende al ver que sus pacientes se duermen cuando les hace la imposición de las manos. Es así como descubre el fenómeno del sonambulismo artificial, el que llama "sueño espasmódico". El cirujano inglés James Braid reemplaza en 1843 la palabra sonambulismo por hipnotismo. Finalmente, el profesor Charcot (1825‑1893), un neurólogo que ejerce en el Hospital de la Salpetriere, utiliza a su vez el hipnotismo en sus terapias. El mesmerismo, fuertemente atacado por los médicos durante la vida de su creador, conoce entonces una larga descendencia en el seno de la medicina oficial.


jueves, 17 de abril de 2008

jueves, 10 de abril de 2008

Cómo confeccionar un cuaderno de campo.

por el profesor Etiénne De Griffes.

Aquí se irán colgando los apuntes de clase. Una alumna avanzada, la señorita Zelenitsas1, se ocupará de transcribirlos al dictado, ya que un reciente accidente me ha privado temporalmente de la visión, presumiblemente, la mayor parte del presente curso (tratar con duendes presenta estos inconvenientes…)

1. Introducción.

Definiciones de lo que sea un hada las hay a centenares, si bien la mayoría se inclina por interpretarlas como criaturas o entidades cuasi materiales que vendrían a encarnar algún tipo de energía: energías mágicas, elementales, cósmicas, telúricas… Nosotros trabajaremos con una definición eminentemente pragmática, acuñada tras muchos años de dura labor: “Si es un hada, entonces es comestible.” No en vano, toda nuestra ciencia de los sabores proviene de ellas, tal como se afirma en el manuscrito anónimo del siglo XI De silforum lingua. Claro está que pertenecen a una clase especial de alimentos, ya que confieren a quienes los ingieren los llamados dones, entre los cuales:

-la melena de Sansón.
-el verbo de Shareazaad
-diez de un solo golpe
-las botas de siete leguas
-la tonada de Hamelín
-ardid de lobo

Y la lista prosigue, y aún no está agotada.

Pero para poder adquirirlos, y siendo que son temporales, son imprescindibles tres saberes previos:

-Saber atrapar hadas.
-Saber cocinarlas.
-Saber asimilarlas.

Las hadas existen para los humanos desde el momento en que empezaron a consumirlas, y puesto que somos tan pocos quienes las hemos degustado de forma consciente, continúan siendo grandes desconocidas, e incluso se las tilda de ficciones. Un hada es la cosa más inadvertida del mundo, un apenas siempre, algo que existiría a ratos según nuestra percepción.

Hay muchos ejemplos de ingestiones inconscientes de hadas: cuando el escritor se ofusca y no encuentra una palabra, y se dice que la tiene en la punta de la lengua… en realidad está paladeando a una infortunada sílfide que se introdujo por despiste en las grutas de nuestras fauces; un poco más tarde, si por un casual se asimilaron sus nutrientes y se adquirió el don llamado: el vocablo de Shareazaad, el escritor alumbrará aquel esquivo vocablo. Por supuesto, al incauto devorador siempre se le escapará su propio rostro de ogro en el lance de la masticación y la deglución.

Este es uno de los peligros más importantes para los consumidores de hadas: “Quien consume carne de hada, corre el riesgo de abominar para los restos de la comida humana.” Muchas de las amenazas que aguardan al cazador de hadas no son tanto esas mismas criaturas, como los humanos que se transformaron a causa de su masiva ingesta.

Para esta introducción acerca de cómo confeccionar nuestro cuaderno de campo, presentaremos dos ejemplos y el modo de cazarlos. La forma de cocinar y de asimilar los nutrientes de estos especimenes en cuestión, se expondrá en la siguiente entrega.

Vislumbres.
Aunque no sea aconsejable tratar el material con las manos desnudas, en estos dos casos apenas existen riesgos. Este tipo de duendes presentan rasgos muy marcados, cuerpos escuálidos y escurridizos, manos y pies desproporcionadamente grandes. Articulan pocas palabras y suelen encontrarse en casas rústicas, sobre todo en periodos estivales. A estos duendes los vuelven locos los ovillos de lana. Suelen ser presa habitual de los gatos, que adquieren así, casi de manera connatural, el don llamado las botas de siete leguas, que consistiría, resumidamente, en una agilidad portentosa. (Este es un cuidado que debe tomar el cazador de duendes: procurar expulsar a todos los posibles gatos dentro de un área determinada.) Un simple ovillo situado en un lugar estratégico –cerca de un mueble, por ejemplo-, a eso de la hora de la siesta, suele bastar para que surjan de sus madrigueras. Impregnar el ovillo con sidra es un método infalible.

Horadadores.
Llevan barbas, algún atuendo básico. No horadan la tierra como es común creencia, no, sino los ratos muertos, los fósiles más duros del universo. Cavan sus galerías bajo las montañas más insospechadas, pues. El aburrimiento es un animal que se agazapa y toma por sorpresa al más pintado. Para atrapar a un horadador, se puede sacar provecho de ese estado de apatía: se trata de contar en voz alta de seguido los segundos de siete minutos. Esta cuenta actúa con un conjuro que materializa una piedra preciosísima según la apreciación de estas criaturas: el grupo de horadadores (pues suelen aparecer en grupos de tres o cuatro), habiéndola detectado, surgirán de improviso al terminar la cuenta, abriéndose paso desde el interior de un mazacote de arcilla endurecida que previamente habremos dispuesto cerca de nosotros.




Notas de la transcriptora:
1. ¡Hola a todos! Es para mí un placer.

jueves, 3 de abril de 2008

¡Última hora!

El grupo de expedicionarios ufanándose de su descubrimiento (de izquierda a derecha: Terzo de Malagrifo, el conde de Mahaverraque, Etiénne de Griffes y Manuel de los Ángeles Bermejo).

miércoles, 2 de abril de 2008

martes, 1 de abril de 2008

Heavy metaaaal!!

Vestidos de cuero, sacudiendo el cráneo

Haciendo que salten chispas en la noche

Se arremolinan todos juntos

En cuanto destellan los focos

Y atronan los 50000 vatios de potencia

Como si el sistema fuese a sobrecargarse

La bestia se desata para darles

Todo el metal que puedan soportar

Antes de caer exhaustos

¿Listos para explotar?

Es tu único billete hacia la medianoche

Llámalo Heavy Metal

Más alto que todo lo alto, siéntelo ya

Llámalo Heavy Metal

Desesperación tras una línea de contención

Suena como metal pesado

Con sus pantalones apretados y su lápiz de labios

Ella se mueve sobre un borde afilado

Ella reivindica lo suyo frente a los chicos

Sí, penetra entre la muchedumbre como una cuña

Ohh, puedes sentir la estática

Tantos contactos que tienen lugar…

Los fanáticos de las primeras filas

Derriban la barricada

Para alcanzar el escenario

¿Puedes sentir la rabia?

Es tu único billete hacia la medianoche

Llámalo Heavy Metal

Más alto que lo alto, siéntelo ya

Llámalo Heavy Metal

Desesperación tras una línea de contención

Suena como metal pesado



Rugen las cuerdas plenas de poder

Desmenuzando mis sentidos

Suena para el fuerte, no para el débil

En ligeras y oscuras dimensiones

Esto estimula y regenera

Esto es auténtica terapia

Esto levanta nuestros pies del suelo

y nos aplasta contra el techo

Entre los ojos

Lo siento estallar

Electrifica

Tus emociones

Ondas de choque caldean el aire

Todas las cabezas se sacuden

Los puños se agitan por todas partes

las Guitarras arrancan

Heavy Metal. Heavy Metal.

Qué es lo que quieres.

Heavy Metal. Heavy Metal.

Qué coño quieres.

Diez mil haces de luz se disparan

Con precisión quirúrgica

Los altavoces despiden acero fundido

Los golpes hacen ver doble

Una bestia rugiente y cromada

Nacida del acero y del cuero

Que sobrevivirá siempre

Saltará sobre el abismo

Entre los ojos

Lo siento estallar

Electrifica

Tus emociones

Ondas de choque caldean el aire

Todas las cabezas se sacuden

Los puños se agitan por todas partes

las Guitarras arrancan

Heavy Metal. Heavy Metal.

Qué más vas a querer.

Heavy Metal. Heavy Metal.

Qué coño quieres.